Gabriel León, a sus noventa y nueve años, rememora y nos cuenta sus recuerdos durante la Batalla del Ebro con tan solo dieciocho años. Escribió cartas a su casa que se han conservado hasta hoy como testimonio veraz de todas estas anécdotas que aún es capaz de contar con la ilusión de un joven al que le tocó enfrentarse a conocidos y hermanos en una de las batallas más cruentas de este conflicto.